jueves, 26 de noviembre de 2015

Por qué tu pareja no debería ser tu vida.

Últimamente se habla mucho de las relaciones, de si necesitas a un valiente o a un príncipe azul. No creo que los príncipes azules no existan, si de verdad encuentras a alguno, por favor, llévalo al médico, la cianosis es un problema grave.

Hay que dejar de conformarse. No puedes quedarte con el primer autobús que pase porque te hayas cansado de esperar un tren que te lleve a tu destino. No te quedes con quien te trate bien. Quédate con quien te haga sonreír más veces que comerte la cabeza. Quédate con quien te haga sentir la persona más importante del mundo pero que no cambie su mundo por ti.

Cada vez que escucho "Él/ella es mi vida" algo se estremece por mis adentros. Creo que ese es nuestro principal problema. Una pareja NO debe ser nuestra vida, la teníamos antes de que esa persona apareciera y la seguiremos teniendo cuando esa persona no esté. 
Una pareja debe ser quien haga que tu vida sea mejor. No quiero hombres que me bajen la luna, quiero uno que cuando me tropiece en un escalón me tienda la mano para seguir subiendo.

No quiero ser la princesa que llora por una uña rota, voy a ser esa desastre que te hará reír en tus días malos haciendo el ridículo si hace falta. No quiero que te pongas tus mejores galas, quiero que me veas en moño, sin pintar y con ojeras.

Quiero saborearnos como se saborea un café caliente un lunes de diciembre, quiero mirarnos como se mira una jarra de cerveza helada una tarde de verano. Quiero poder irnos de compras y después poder ver el fútbol, juntos. Quiero discutir porque seas del equipo contrario, quiero picarte cuando tu equipo pierda o celebrar que nuestro equipo ha ganado. Quiero que me mandes un mensaje cuando estés borracho con tus amigos. Quiero no contestarte hasta por la mañana porque sabes que cuando estoy con mis amigas no cojo el móvil. Quiero darte mis malos días, soportar tus malos despertares y que aun así quedemos para volver a casa después de salir cada uno a su aire.

No quiero la relación perfecta y sin discusiones. No existen. Enfádate conmigo, llévame la contraria si piensas que no tengo razón. Habrá días que discutamos aunque sea sólo porque haya reconciliaciones. Quiero noches de mimos y caricias pero también quiero noches de follar, de esas que no te acuerdas de los vecinos.

Quiero relaciones donde tu vida no dependa de la mía. Donde un día sin vernos no signifique malas caras sino más ganas de estar juntos. No quiero ver tu programa favorito contigo, quiero que haya días que lo veas tú solo porque te apetece. No quiero prometerte amor eterno porque prefiero demostrarte cada día que lo siento. No quiero prometerte nada porque es la única manera de fallar. No quiero que me prometas el cielo, ni siquiera mensajes bonitos cada despertar, quiero que me lleves a un sitio bonito la noche que estoy agobiada.
Poder prepararte tu cena favorita cuando estés malo, que me traigas pasteles mis días antidieta.

No quiero que seas mi vida. Quiero que tú seas lo que hace mi vida mejor sin olvidar que tu vida sigue siendo tu vida.