domingo, 10 de enero de 2016

Banda sonora

Trasnochar en tus labios,
madrugar en tu pecho.
Besarte las sonrisas,
suspirarte los temores.
Respirar tu derrotismo,
impregnarme de tu optimismo,
Asustarme con tu valentía.
Recorrer cada punto
del mapa de tu cuerpo.
Acariciar cada palabra que dices,
saborear cada mirada que regalas.
Helarte cuando eches humo,
hacerte arder cuando se te congele el alma.
Quiero ser todo mientras
miramos a la nada.
Que un rato se haga eterno
y tu voz sea la banda sonora lo que me queda de vida.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Por qué tu pareja no debería ser tu vida.

Últimamente se habla mucho de las relaciones, de si necesitas a un valiente o a un príncipe azul. No creo que los príncipes azules no existan, si de verdad encuentras a alguno, por favor, llévalo al médico, la cianosis es un problema grave.

Hay que dejar de conformarse. No puedes quedarte con el primer autobús que pase porque te hayas cansado de esperar un tren que te lleve a tu destino. No te quedes con quien te trate bien. Quédate con quien te haga sonreír más veces que comerte la cabeza. Quédate con quien te haga sentir la persona más importante del mundo pero que no cambie su mundo por ti.

Cada vez que escucho "Él/ella es mi vida" algo se estremece por mis adentros. Creo que ese es nuestro principal problema. Una pareja NO debe ser nuestra vida, la teníamos antes de que esa persona apareciera y la seguiremos teniendo cuando esa persona no esté. 
Una pareja debe ser quien haga que tu vida sea mejor. No quiero hombres que me bajen la luna, quiero uno que cuando me tropiece en un escalón me tienda la mano para seguir subiendo.

No quiero ser la princesa que llora por una uña rota, voy a ser esa desastre que te hará reír en tus días malos haciendo el ridículo si hace falta. No quiero que te pongas tus mejores galas, quiero que me veas en moño, sin pintar y con ojeras.

Quiero saborearnos como se saborea un café caliente un lunes de diciembre, quiero mirarnos como se mira una jarra de cerveza helada una tarde de verano. Quiero poder irnos de compras y después poder ver el fútbol, juntos. Quiero discutir porque seas del equipo contrario, quiero picarte cuando tu equipo pierda o celebrar que nuestro equipo ha ganado. Quiero que me mandes un mensaje cuando estés borracho con tus amigos. Quiero no contestarte hasta por la mañana porque sabes que cuando estoy con mis amigas no cojo el móvil. Quiero darte mis malos días, soportar tus malos despertares y que aun así quedemos para volver a casa después de salir cada uno a su aire.

No quiero la relación perfecta y sin discusiones. No existen. Enfádate conmigo, llévame la contraria si piensas que no tengo razón. Habrá días que discutamos aunque sea sólo porque haya reconciliaciones. Quiero noches de mimos y caricias pero también quiero noches de follar, de esas que no te acuerdas de los vecinos.

Quiero relaciones donde tu vida no dependa de la mía. Donde un día sin vernos no signifique malas caras sino más ganas de estar juntos. No quiero ver tu programa favorito contigo, quiero que haya días que lo veas tú solo porque te apetece. No quiero prometerte amor eterno porque prefiero demostrarte cada día que lo siento. No quiero prometerte nada porque es la única manera de fallar. No quiero que me prometas el cielo, ni siquiera mensajes bonitos cada despertar, quiero que me lleves a un sitio bonito la noche que estoy agobiada.
Poder prepararte tu cena favorita cuando estés malo, que me traigas pasteles mis días antidieta.

No quiero que seas mi vida. Quiero que tú seas lo que hace mi vida mejor sin olvidar que tu vida sigue siendo tu vida.

lunes, 16 de marzo de 2015

Hoy te voy a pedir un favor, párate y haz un ejercicio mental.
Dime las veces que has dicho que no puedes con esto, que es superior a tus fuerzas. 
Dime las veces que has sentido que el dolor podía contigo, que este túnel no tenía final.
¿Lo has hecho? 
Perfecto, te habrán salido unas cuantas, quizás demasiadas pero... ¿Has visto donde estás? Leyendo esto y pensando en lo insuperable que era lo que has superado, lo que dolía lo que ya no te hace inmutarte. 
Y por eso, hoy necesito que dejes de tener miedo porque se nos olvida que sin lluvia no hay arco iris porque para darnos cuenta de la importancia de una sonrisa, necesitas echarla de menos. Si no disfrutas del camino, con baches incluidos, si no aprendes a caerte, a levantarte, incluso a quedarte llorando en el suelo hasta que te falte el aire, no podrás disfrutar de los logros, de reír hasta que te duela el pecho y sobretodo, no aprenderás a disfrutar de la vida.
Pasamos demasiado tiempo planteando las malas consecuencias de nuestros actos y se nos olvida la parte en la que las cosas salen bien, sí, a ti, a esa persona a la que nunca le sale nada bien, siempre puede ser la primera.
Por eso hoy te tengo que pedir un favor, deja de pensar, deja de darle vueltas al mundo, deja de hacerlo difícil. Disfruta.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Momentos.

Hay momentos en los que te paras a pensar, tomas aire y lo sueltas despacito intentando que pasen por tu mente todos y cada uno de los momentos que intentas asimilar, que intentas entender, que quieres explicar. Y ese es el problema estamos buscando darle explicación a cosas que jamás la tendrán. Intentamos, día tras día describir las cosas con palabras, queremos compartir con el mundo lo que sentimos sin darnos cuenta que hay cosas que solo se pueden describir con una mirada, con una sonrisa o simplemente con una lagrima.

Intentar describir las sensaciones con palabras es como intentar encerrar al mar en una botella de agua, podrás hacer que el mundo se haga una idea pero, ¿dónde se queda la esencia?

Vivimos en un mundo en queremos explicar todo, donde no existe lo paranormal, donde ahora la belleza se mide en “me gusta”. Vivimos en un mundo donde los besos ya no son tiernos, ni apasionados, ni si quiera son de esos rápidos que te dejan con ganas de más, son besos amarillos y con guiño, de los que no se pueden tocar. Las sonrisas no emocionan porque las derrochamos con pantallas que no se inmutan y hacia gente que ni siquiera sabrá que nos ha hecho sonreír. Hemos conseguido cercar lo lejano, podemos hablar con personas a kilómetros pero se nos olvida aprovechar el tiempo que nos dedican las que tenemos a centímetros. Nos sobran los contactos, los amigos en Facebook pero nos falta a quien llamar cuando lloramos, ahora el amor no se muestra con chiribitas en los ojos cuando nos miramos sino con tweets y estados. Nos estamos convirtiendo en el raciocinio de la pasión, los asesinos de las caricias, los padres de la filosofía de aparentar. Empezamos a pensar que si no hay fotos no ha pasado, mientras que olvidamos que los mejores momentos de nuestra vida pasan cuando no tenemos algún aparatejo en nuestras manos.



Ahora vivimos en una cultura donde el mundo gira en torno a nosotros, donde todo está justificado para mejorar nuestra forma de vida pero no nos damos cuenta de que lo mejor de nuestra vida son las cosas que no podemos entender y mucho menos mejorar. Los abrazos tras echar de menos, las caricias sin venir a cuento, las miradas cómplices que terminan con una carcajada…

lunes, 25 de noviembre de 2013

¿Sabéis? Hace mucho que no escribo y simplemente ha sido por no encontrar las palabras adecuadas para expresarme. 
Hay días en los que el mundo va demasiado deprisa. Hay días que pasan como la fugaz gota que recorre el cristal de un coche a 120 km/h por una autopista en busca de una ilusión escapada. Hay días que pasan más rápido de lo que tarda una madre en secar sus lagrimas para seguir pareciendo fuerte. Esos días que tienes la cabeza en ninguna parte y en todos los sitio.  Mucha gente pensará lo que siempre digo "¿Qué problemas tan serios podrá tener una niña pequeña?". El problema de la gente es que con la edad se olvidan de que ellos también pasaron esta época. Quizás el mundo iría mejor si cada uno se diera cuenta que por muy malos que sean los problemas ajenos, a mi no me tocan. Sé que hay gente pasándolo mal de verdad pero...¿No os dais cuenta de aunque el otro lo pase mal tus problemas no desaparecen? Estoy cansada de oír a los "adultos" decir que hay cosas más importantes de las que preocuparse o que ya vendrán problemas peores. ME DA IGUAL.Sé que mis problemas no son los más importantes del mundo pero SÍ de mi mundo. Sé que vendrán cosas peores, está claro. Sé que hay cosas más importantes de las que preocuparme pero cuando lleguen. Dejad que cada adolescente y no  tan adolescente se preocupe de su propio drama, dejad de mitigar cada problema que nos atañe. Dejadnos llorar y dejad que el tiempo nos enseñe que ya no merece la pena llorar por un juguete roto igual que dentro de 10 años no merecerá la pena llorar por suspender un examen.


        Solo te pido que aproveches cada día de tu vida, que aunque los problemas parezcan grandes ahora porque te aseguro que el Everest desde lejos apenas parece un monte, date tiempo y sobretodo no olvides que todo problema tiene solución aunque para ello te tengas que caer un millón de veces.

martes, 21 de mayo de 2013

Nunca te arrepientas.

¿Qué queréis que os diga? ¿Qué la vida del estudiante es bonita? ¿Qué me arrepiento de tanto sufrimiento para que a lo mejor no me de la nota? La palabra arrepentimiento no está en mi vocabulario, arrepentirse no es de sabios, arrepentirse es de necios que cometerán de nuevo esos errores. Yo no me arrepiento, yo aprendo. Todos me dicen que hay mil cosas de las que arrepentirse: de no haber estudiado más, de no haber disfrutado cada minuto... Cada minuto que soy consciente que he derrochado, me hace pensar que voy a aprovechar el siguiente cuanto pueda. Quizás penséis que soy una niñata sin cosas de las que arrepentirse pero con mis años he pasado por cosas que poca gente soportaría, no quiero decir que sea mejor ni peor que nadie simplemente que tengo un ritmo alternativo. Quiero pediros, a todos, incluidos esos que pensáis que un "niñato" nos os puede enseñar nada que recordéis que llorar por lo pasado es malgastar el presente e hipotecar el futuro.
A veces la vida, sea la de un adulto con hipoteca e hijos o la de un adolescente con kilos de apuntes que estudiar, te pone obstáculos. Muchas veces esos obstáculos parecen imposibles y yo no soy de las que dicen eso de "nada es imposible" porque hay miles de cosas que lo son pero la palabra imposible es una etiqueta que tienes que poner tú y para eso necesitas intentarlo. Intentarlo hasta que no puedas más, ¿y si te caes? Te levantas. Un tal Edison dijo una vez "No he fracasado. He encontrado mil formas de no hacer una bombilla", ¿de verdad pretendes encontrar la forma se ser feliz a la primera?
Se que esto parece un sermón pero visto como están las cosas hoy no sabemos si mañana tendremos un futuro pero si no lo tenemos que sea por que nos lo quiten no porque hayamos dejado de luchar por él.
Cuando te caigas y no quieras levantarte, mira al techo y piensa que si hace años alguien se hubiera dado por vencido nada de lo que conocemos existiría.

jueves, 3 de enero de 2013

No quiero decir adiós.

¿Te acuerdas cuando estabas a mi lado? Yo sí. Como si fuera hace un segundo cuando te decía adiós. Tengo que decirlo, no hay nada que odie más que las despedidas, sigo sin entender porque no puedo hacerte sonreír cada segundo pero tengo que aguantar malas caras de gente de mi al rededor. Querido mundo te cambio a tres de estas niñatas por las personas que me hacen falta, se que no funciona así pero me parece injusto. Demasiado. ¿Por qué tengo que seguir negando el saludo a alguien que odio y echar de menos a gente por el whatsapp? A veces no es tan malo echar de menos a alguien, suena paradójico, ¿verdad? Pero, yo creo que a veces necesitamos saber lo muchísimo que echamos de menos a alguien que tenemos siempre a nuestro lado para darnos cuenta de la falta que nos hace que esté ahí. Pero... ¿Si no vuelves? ¿Qué pasaría si ese adiós fuera para siempre? Yo no lo puedo soportar, yo solo he sabido decir esos "Adiós" que solo quieren decir "Hasta luego, hasta pronto, no sé hasta cuando pero nos volveremos a ver".
Sé, de buena tinta, que no estoy preparada para un "Adiós" de verdad, nadie está preparado pero mucho menos cuando ni si quiera has dicho "Adiós" cuando dices "Hasta ahora" pero ese ahora nunca llegará. Hay distancia, demasiada como para obviarla pero a pesar de ello, sea un adiós o un hasta luego yo como niñata que soy esperaré recordando cada vez que te vi reír, que disfruté a tu lado charlando de nada en una conversación que significaba todo. Cada instante que he estado a tu lado, cada instante que tus ojos me miraban, que me acariciabas. No quiero que penséis que esto va por alguien especial... Va por demasiada gente, va por quien cada día pierde la luz de sus ojos y la fuerza con la que aprieta mi mano, va por quien me apoyó y me hizo sonreír a la distancia y estuvo cuando no podía dejar de llorar, va por quien me prometió el cielo y se olvidó de venir a recogerme al infierno, va por quien está ganando fuerza al abrazarme, quien está creciendo, va también por quien solo dije "voy para allá" sin saber que solo podría decir adiós de lejos, va por quien prometí una noche de fiesta y la cancelé con un simple mensaje. Va por tanta gente que apenas sabría deciros, algunos sé que os volveré a ver, a otros no lo tengo tan claro pero solo espero que cuando no os vuelva a ver puedo haberos dicho antes un "Adiós" de esos que dicen "quiero que sepas lo importante que fuiste en mi vida, no importa el tiempo que hayas estado, las huellas del corazón no se hacen con el tiempo sino con las sonrisas que me hayas sacado".