domingo, 23 de diciembre de 2012

Quizás hoy no me entiendas, la verdad, es bastante complicado. Bueno más que complicado podría resultar incomprensible. No, no estoy menos preciando la capacidad de entenderlo de nadie que lea esto pero... ¿Serías capaz de imaginar lo que siente alguien a quien acaban de cortar un brazo? Sé que suena exagerado, pero esto es algo que solo entenderás si lo has pasado. Sé que la gente que no lo entiende intenta ayudar pero para mi no hay cosa que más rabia me de que alguien que no sabe nada me diga "Uuuf, te entiendo." Tiene gracia, ¿verdad? Veo a gente quejándose de que no les "quieren" cuando cambian de novio más que de bragas. Todo esto mientras que otros estamos deseando saber los que es eso de que "te quieran". Suena raro, eh. Yo no quiero que me quieran, bueno si como todos, pero en parte no lo quiero porque... No sé lo que es. Sueno muy radical, suelo serlo. Pero me falta algo, realmente no sé el que, es como esa sensación de que olvidas algo pero no tienes muy claro el qué, eso me pasa, siento que me falta algo pero como no sé que es no puedo buscarlo. Necesito alguien que me explique que se siente cuando te levantan todos los días con un "Buenos días mi pequeña". Que se siente cuando te acuestas siendo la última conversación de alguien. Que se siente cuando sabes que alguien hace algo para ti, solo para verte sonreír sin esperar nada. 
Cuanto más intento que me expliquen peor estoy, porque cuando ves a quien lo siente ves sus sonrisas, sus miradas, sus caras de tontos y como no te dan envidia pero... ¿Cómo voy a tener envidia de algo que no he sentido? No tiene sentido. Pero tengo que reconocer que en mi vida hace tiempo que casi nada tiene sentido.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Voleibol.

Quizás hay gente que no lo entienda, quizás mucha gente vea estúpido por qué esto significa tanto para mi. Pero ellos no lo entienden, ellos no se han criado con ello, ellos no saben lo que significa medirse usando la red, saber que te has hecho un poquito más mayor porque ya tocas la red, no saben lo que es despertarse a las 8 para ser la primera en llegar y que a las 10 no te hayas ido y al final seas, como siempre, la última en irse del pabellón. Quizás no entendéis lo que siento por este deporte porque vosotros no sabéis lo que es sentirse orgullosa de tener licencia de arbitro cuando llevas siete años arbitrando, por que no saben lo duro que es impartir un curso de anotadora cuando a ti te faltan tres años para poder serlo... Es extraño, intento recordar un momento de mi vida, y siempre hay alguna refencia al voley. Ha pasado mucho tiempo desde que empecé a jugar, han pasado muchos momentos, he llorado mucho, he reído bastante más pero este año es diferente...
Este año, nadie daba dos duros porque yo siguiera jugando, ni siquiera yo, había tomado una decisión, algo que yo consideraba irrefutable. Pero como siempre fui incapaz de olvidar algo que se ha convertido en mi vida. Este año empezó siendo duro, lesionada, sabiendo que cada movimiento que hacía me jugaba  un poco más la posibilidad de jugar durante el año, a pesar de eso, a cabezonería no me gana nadie, y poquito a poco las cosas mejoran, aun que suponga ir empastillá todo el día. 
Realmente este año es diferente, y me he dado cuenta este partido. La temporada no ha empezado bien, no hemos sido nosotras, no hemos demostrado lo que sabemos. Este año ha empezado con problemas porque en los partidos nos olvidábamos de lo que hacíamos, y en vez de apoyarnos nos reprochábamos cosas, pero hoy, hoy ha sido diferente. Hoy he podido salir del pabellón, tras una derrota, con la cabeza bien alta y muy orgullosa de mi equipo. Por que hoy ellas han demostrado, no solo a la grada sino a mi, que tengo el honor de compartir pista con un grandísimo equipo. Hoy hemos jugado como sabemos, hoy nos hemos apoyado unas a otras y ¿sabéis por qué? Porque no teníamos nada que perder, por eso no ha habido malas caras, solo sonrisas.Hoy he visto como cuando una fallaba las demás se acercaban a levantarla, he visto como cuando nos pinchaban una bola imposible me gritaban pidiéndome la siguiente para hacer ellas lo mismo, he visto como corrían para salvar todas las bolas, como esperaban abajo el mejor de los zambombazos para sacarlo por mucho que picara, hoy he podido ver a 11 magnificas jugadoras y compañeras demostrar todo lo trabajado, y quiero que sepáis lo orgullosa que me siento de pertenecer a este equipo. Que al fin y al cabo lleva trabajo desde arriba, que ha sido nuestro entrenador quien no ha dado caña para conseguirlo, que por muchas agujetas que nos acuse, es una de las razones por las que este año ir a entrenar merece la pena, porque está luchando por nosotras, porque está confiando en este equipo y porque sin él este año no sería el mismo. También quiero que entendáis que esto es parte de mi vida, y que vosotras sois quien le da sentido.
Gracias por intentar superaros cada día. Guada ¡SEHOL!

lunes, 12 de noviembre de 2012

Recuerda.

Te levantas y ahí está, la que nunca te abandona, quien siempre está ahí. Siempre. Pase lo que pase nunca te abandonará. Hoy se ha levantado con los ojos hincados, alguien debería recordarla que llorar demasiado empieza a ser malo. Sus ojeras están marcadas, últimamente más de la cuenta, un poco de estrés, un poco de falta de sueño, un mucho de no poder descansar... Factores acumulables que consiguen que poco a poco los preciosos ojos vayan diezmando. Aún recuerdo ese brillo, ese brillo al sonreír, ese brillo que todos decían que a otros hacía sonreír. Echo de menos ese brillo en su mirada, en parte es culpa mía, los demás son malos pero yo soy quien más la machaca. Incluso cuando ella intenta animarme la recuerdo que no, que no se puede, que seguirá siendo lo que es, eso no puede cambiarse. Hay días que la dejo que sueñe con que un día puede ser feliz, luego antes de dormir, en el momento que espera recibir un buenas noches que nunca aparece, la obligo a recordar que ella no vive en un cuento de hadas y que como mucho interpretaría el papel de vieja malvada.
Pero hoy es diferente, hoy es especial, los ojos hinchados han desaparecido, no hay razón. Hace tiempo que ella no entiende a razones, a diario la recuerdan que no es tan mala como la pintan pero ella sigue sin creérselo,  hoy en cambio se ha despertado con el mundo a sus pies. Yo no voy a decirla nada solo adelante, llevo mucho tiempo obligandola a fingir una sonrisa y hoy ella sonríe sin más. Hoy no la voy a pedir nada, solo que siga así. 
Esa persona eres tú, si no sonríes es tu culpa, sólo tuya. No dejes que tus ojos se vuelvan a hinchar, tenlos abiertos para disfrutar de la vida, nunca pierdas el brillo en la mirada, nadie sabe si será la luz que te hará soñar. Recuerda, que si tú no te quieres nadie podrá hacerlo.

domingo, 14 de octubre de 2012

Cartas.

Es una noche fría, llueve, cala hasta dentro. Es otra noche fría, solitaria, nada nuevo. Ella no espera a nadie y él lleva tiempo sin saber lo que es que le esperen. Esa noche, sin un por qué, por casualidad  como casi todo en la vida, ambos deciden salir, no muy lejos, solo a la esquina de abajo. Paraguas en mano, con el abrigo y sin peinar baja ella, él se pone un abrigo gordo, impermeable, olvida el paraguas, "no me vendrá mal un poco de agua en la cara" piensa. De repente se chocan, para ella no es nada, tímida pero obligando a una pequeña sonrisa a salir pide perdón y sigue a delante. Para él todo ha cambiado, ha visto unos ojos que nunca le podrían dejar indiferente, una sonrisa semi invisible que mostraba el intento de ocultar una tristeza acumulada. Él ha visto un ángel, ángel de alas cortadas ya que aún nadie le ha enseñado a volar.
A la mañana siguiente ella se levanta, tan sola como siempre, llega a la puerta y ve una carta. La abre, preguntándose extrañada porque no estaba en el buzón como todas. La carta no dice nada pero para ella lo es todo, un simple "buenos días princesa", no hay nada más. De repente se adentra en un mar de dudas. ¿Quién? ¿Por qué? ¿Seguro que esto era para ella? Ella asume que esa carta no es para ella, se obliga a borrar esa preciosa sonrisa que brilla en su cara, esa que hacia tiempo que no se dejaba ver. Deja la carta sobre la cocina, la mira durante todo el día recelosa de haber sido realmente la destinataria de ese detalle.
Vuelve a amanecer, nada ha cambiado, ¿o sí?, se levanta y encuentra otra carta, al día siguiente hay otra y otra y otra... Cada mañana se levanta ilusionada, esperando puntual la cita con una carta de alguien sin nombre que está firmando su sonrisa. Una mañana, despierta ilusionada, pero no hay nada. "Habrá enfermado", "No habrá podido mandarla" se repetía. Espera todo el día y nada. El día siguiente tampoco hay carta, ¿por qué? ¿qué habrá pasado? No entiende nada, necesita saber quien es él, necesita asegurarse de por quien sonríe. Piensa que quizás todo esto haya sido una broma, un efímero matiz de luz en una vida condenada a las sombras. Tras una semana la ilusión ha desaparecido, pero al despertarse encuentra otra carta. Esta carta es diferente, él pregunta si ha echado de menos las cartas, si ella se ha dado cuenta de eso la pide que vaya a un sitio. Ella está nerviosa pero se muere por hacerlo, necesita hacerlo. Necesita poner cara a la razón por la que sonríe. Tiene miedo, tiene tanto miedo, no espera al chico perfecto pero...¿Y si no es lo que espera? ¿Y si es un loco? ¿Y si es la continuación de esta broma de mal gusto? Lo piensa y asume que no tiene nada que perder, lo tiene todo perdido. Busca el coraje que hace tiempo dio por perdido y se prepara para ir. Llega al café temblorosa asegurándose de que está perfecta, ha avisado a algunas amigas de que está allí promete mandarlas un mensaje cuando el llegue, ellas están preocupadas... Está temblando, nota como las piernas no la responden, se sienta, está acalorada, llena de nervios pero aún así sigue sonriendo, ella misma se da cuenta de que merece la pena haberse arriesgado, echaba de menos su propia sonrisa, ¿triste, verdad? 
Decide sentarse en una mesa a esperar, ha llegado pronto pero no sabe a quien busca, él prometió sentarse a su lado cuando la viera. Está sentada y mira su reloj, piensa que si no aparece no pasará nada pero ella necesitaba asegurarse de que lo había intentado, ella intenta ser feliz, lo  intenta. Hay un chico sentado cerca, se fija, "¡Qué guapo!" piensa. "¡Ojalá fuera él!" se dice. Luego esboza una sonrisa, "¡qué tontería! Un chico como ese fijándose en mi". Vuelve a mirar el reloj llega tarde, ella se plantea levantarse e irse, ¿qué hace ahí?¿El tonto? Hace el amago pero de repente el chico guapo se levanta, se acerca a su mesa, su corazón se acelera. Él pregunta si puede coger servilletas, ella con cara de decepción asiente, ni si quiera habla solo asiente con la cabeza sin apenas mirarle a los ojos. "¡Soy tonta!" repite en su cabeza, pasan minutos aun que a ella la parecen horas, no la gusta esperar, suele llegar tarde pero hoy era especial, estaba tan nerviosa que llevaba demasiado tiempo de sobra para salir de casa. Entra alguien al bar, ella no se da cuenta, está mirando el reloj, el móvil, está tan nerviosa. Alguien la tapa los ojos. Esto era una cita a ciegas, así sigue. Necesita girarse, necesita verle. Le quita las manos de la cara, con delicadeza, parece que tiene miedo de dañarla como quien coge una frágil pieza de coleccionista. Se sienta a su lado. Ella le mira, no se lo puede creer, es demasiado guapo para ella, no dice nada solo le mira. Ella piensa que es la cosa más bonita que existe en la faz de la Tierra. Él le mira con su sonrisa perfecta, unos ojos verdes y una rosa en la mano. Ella sigue sin reaccionar. Él se presenta, ella apenas oye su nombre, no se lo puede creer. La cara de él empieza a cambiar, deja atrás su seguridad, muestra que él tiene tanto miedo como ella. Deja la rosa, la mira. Ella vuelve, una sonrisa gigante inunda su cara, dice su nombre mientras coge la rosa diciendo gracias. Ambos empiezan a hablar pero las cosas están claras.
Él sonríe sabiendo que alguien le espera y ella se muere de ganas por poderle esperar.

viernes, 12 de octubre de 2012

Tiempo

¿Alguna vez os habéis preguntado cuanto dura un minuto? Sesenta segundos, diréis muchos y objetivamente opino lo mismo. Pero, ¿quién no ha sentido que un minuto es eterno? ¿Qué una clase no termina nunca? ¿Quién no ha sentido que un minuto ha durado menos que un segundo? ¿Qué ha pasado mucho tiempo cuando ni siquiera te ha dado tiempo a respirar?
Hoy es uno de esos días en los que te pones a pensar y de repente, sin darte cuenta, llegas a la conclusión de que el tiempo es una mierda. Cuanto más rápido quieres que vaya más despacio va mientras que cuando quieres que no pase, vuela. Hoy me he dado cuenta de que hace ya un año, un año parece poco pero llevo un año que parecen 5 a su lado. Cuando más tiempo paso a su lado más me doy cuenta de que es genial y tras un año parece que nos conocemos de toda la vida, de siempre. Y es ahora cuando recuerdas el día que le conociste o cuando vino y ni siquiera te acordabas de quien era ese niño raro que te hablaba. Son tantos recuerdos en un año, son tantas melancolías...
Muchas veces el tiempo es nuestro enemigo, otras es la forma de continuar nuestro camino.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Tiempo al tiempo.

   Parece que fuera ayer. Realmente ni yo me he dado cuenta de lo rápido que pasa el tiempo. Parece que fuera ayer cuando empecé a dudar de ti, cuando me distes razones para no hacerlo y luego "desapareciste" sin más. Ese ayer se hizo largo, te veía pero era como si no estuvieras, tus besos quedaron fríos hasta tal punto que mis labios y los tuyos olvidaron lo bien que estaban juntos... 
    Pero como todo en este mundo, nada dura para siempre ni si quiera el olvido. Y tú volviste, sin pedir perdón, sin pensar si quería o no que volvieras a mi vida. Ese es normalmente el problema, la gente que ha salido de tu vida vuelve a ella, cuando quiere y no les importa si tú quieres o no que lo hagan. Pero esta historia es diferente, todo empezó con una niña ingenua, luego poco a poco esa niña no quería reconocer la verdad pero ahora todo es muy diferente.
    He de reconocer que desde el primer momento tú eras quien tenía el control del juego, sin embargo, ahora esto es un juego para los dos. Esa es la diferencia, todas las niñatas del mundo cuando nos "pillamos" del guapo de turno tenemos el mismo problema, ellos juegan y nosotras nos pensamos que todo es un precioso cuento. Las fases de ese juego son muy claras: tú te ilusionas, él te sonríe, una o dos veces, consiguen lo que quieren y el resto todos lo sabemos, nos quedamos tontamente pilladas, sonriendo frente a un móvil, esperando que nos vuelvan a hacer caso... Yo me cansé de esperar, y como casi todo, cuando menos lo esperas es cuando viene a ti.
    Ahora estamos jugando los dos, la única diferencia es que ahora soy yo quien pone las reglas del juego, ahora soy yo quien marca las pautas, ahora soy yo quien menos quiere y como en cualquier juego quien más quiere más pierde.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Aquí estoy hoy.

Aquí estoy hoy, para no variar, sonriendo a una pantalla como una imbécil. He llegado ese punto al que muchos llaman "cagada" ese punto donde todo tu al rededor se da cuenta de que tu sonrisa tiene un brillo especial. Un brillo que solo puede ser por una razón: alguien te ha ilusionado, quizás no lo haya hecho aposta. Esa persona simplemente te ha sonreído muchas veces... Ese es el problema, ¿alguna vez os habéis parado a pensar que puede llegar a significar tu sonrisa para otra persona? Quizás crees que una sonrisa no significa nada, pero en mi opinión una sonrisa puede cambiarlo todo, no te digo solo de esa persona, yo hablo de  ir andando y que alguien te sonría, sin ningún interés, sin motivo, sonreír para hacer el mundo un poco más amable, para alegrar el día a quién piensa que es imposible hacerlo. Luego están esas sonrisas, las sonrisas lo dicen todo sin palabras, las de complicidad, son esas que salen cuando estás en grupo y tu amigo dice algo con segundas que solo vosotros entendéis. Ahora, ¿qué decir de esa sonrisa estúpida que nos sale cuando recordamos algo que nos hizo felices? Esa es una de mis favoritas principalmente porque viene sin avisar, aparece en tu cara cuando menos te lo esperas, cuando estás en clase "empanado" mirando a no sabes donde y por tu cabeza pasa el recuerdo de alguien, de algo, de un momento de tu vida que te hizo tan feliz que incluso tiempo después te obliga a sonreír. Y creo que el último tipo pero no menos importante es la sonrisa de ilusión (también llamada muchas veces sonrisa de imbécil), se parece a la anterior pero hay una principal diferencia, esta última es INEVITABLE. Es esa sonrisa que por mucho que intentes ponerte serio, no puedes, necesitas sonreír, necesitas decirle al mundo mil cosa que nunca sabremos como expresar con palabras y por eso sonreímos, como explicación a todo, a nada, a un mundo que sin esas sonrisas carecería de sentido. Aquí estoy hoy, para no variar, sonriendo a una pantalla como una imbécil..

jueves, 9 de agosto de 2012

Decepción.

Me levanto. Hoy es un día normal como cualquier otro, supongo. Me pongo a pensar y recuerdo que estoy esperando respuestas pero como todos mis días de verano estoy demasiado ocupada para ponerme a perder el tiempo en simples 'respuestas'. Es un día caluroso, entretenido para variar. En todo el día no he tenido tiempo para pensar, tampoco me ha importado demasiado no hacerlo. Pero ahí, cuando se acaba el ajetreo llega el momento de la respuesta, la busco, impaciente pero me doy cuenta de que no la hay, que simplemente no me ha querido contestar. Piensas que es una pregunta inocente pero al final como muchas otras preguntas seguirán esperando una respuesta. Poco a poco, no sé si con el tiempo o con las decepciones, aprendes que muchas de tus preguntas no tienen respuestas, mejor dicho tienes muchas preguntas que nadie te ha querido responder. Eso es lo malo de ser una adolescente, tienes muchas preguntas y no puedes buscar las respuestas. Siendo sincera no estoy enfadada. Nadie tiene la obligación de responderme. Simplemente siento decepción, no preguntes por qué pero esta vez esperaba que las cosas fueran diferentes, aun que fuera solo un poco. Me encantaría poder sonreír con razones, gritar al mundo, saltar sin miedo a caerme.
  Bueno ya paro de decir tonterías, en realidad, los finales felices solo están en los cuentos, ¿verdad?

lunes, 6 de agosto de 2012

Ella.

¿Alguna vez has aguantado la respiración hasta no poder más? ¿Alguna vez te ha cogido una ola y has salido casi asfixiado? Entonces entenderás esta sensación. La necesidad de aire, ese vacío en el pecho, esa necesidad de llenarlo. ¿Te acuerdas de esa agonía cuando ese aire no entra? Esa vulnerabilidad que se siente al saber que has hecho todo lo posible, que ahora solo puedes esperar...Que no sabes cuando volverá que lo has dejado marchar. Yo siento esa agonía, siento como cada vez tengo menos aire porque tengo que ver como se va y tengo que aguantarme y aunque sea lo mejor que puede hacer, no os imagináis lo que duele. Hoy es seis, hace ya un mes desde la última vez que te he podido abrazar y si crees que eso es mucho no quiero imaginar lo que es esperar otros 4 meses más, ¿has intentado estar 4 minutos sin respirar? Pues entonces entenderás que me alegre de tu oportunidad que quiero que la disfrutes pero tú tienes que entender que no pueda evitar llorar al pensar que no  voy a poder verte sonreír, que me duele como un puñal solo poder oírte por teléfono y no te imaginas lo duro que es oírte decir que necesitas un abrazo cuando no puedo dártelo.
Si no fueras tan importante, si no fueras como eres, si no me sacaras un millón de sonrisas diarias quizás y solo quizás dejaría de llorar.

viernes, 27 de julio de 2012

Un amigo


Quiero hablaros de esa persona que todos tenemos, esa a la que en ciertos momentos matarías (muchos de ellos con razón) existen un millón de momentos que merecen la pena y la merecen porque está a tu lado. Está ahí para todo lo que haga falta. Es quien te grita cuando lo mereces quien hace que  vuelvas al suelo cuando te pierdes por las nubes, esa que está ahí para quitarte la vergüenza porque hay que reconocer que hasta los más desvergonzado la tenemos y sin esa persona habría miles de cosas que no hubieras hecho, esa que cuando está cuando estás mal, cuando estás bien, cuando estás nerviosa, cuando estás triste... Es quien te da toda la confianza que muchas veces a nosotros mismos nos falta, es quien cree en ti cuando ni tú das un duro por ti mismo, es quien está para cualquier cosa, para esos planes disparatados, para esas locuras inconfesables. Y es alguien que siempre tienes presente, es a quien ves como un/a hermano/a pequeño/a y le que cuidas por encima de cualquier cosa, es a quien perdonas todo, es a quien dejas que te despierte por una gilipollez, es por quien aguantas despierto hasta las mil porque no tiene sueño, es quien cuando estas triste hace cualquier cosa, cualquier cosa, para hacerte sonreír. Es quien sabe todos defectos y aun así sigue estando ahí, es la persona que quieres ver todos y cada uno de los días del año porque cuando ya te has acostumbrado a vivir con alguien no puedes cambiarlo,..
Y hay momentos en los que nadie te entiende ni siquiera tú mismo pero ahí esta esa persona para cogerte, mirarte y gritar cualquier tontería o simplemente abrazarte y así sacarte una sonrisa. Cuando nos enfadamos siento que hay algo que me falta porque un puzle nunca estará terminado si quitas la pieza del centro, quizás la más importante.Esa persona con la que destripas a quien te cae mal, le pones mil y un defectos y aunque no los tenga esa persona te dará la razón. Esa persona que ha pasado a ser parte de tu vida, a ser parte de ti. Esa parte de ti a la que puedes contarle todo, cualquier cosa por rara que sea y sabes que te va a creer y ayudar, sabes que nunca te reprochará nada  pero siempre estará ahí para pararte los pies antes de cagarla, esa persona por la que pondrías la mano en el fuego, hasta la cara.
    Esa persona que no cambiarías por nada en el mundo, esa persona que sabes que es perfecta tal y como es, esa que te complementa.

jueves, 26 de julio de 2012

Mis abuelos.

     Entro a su casa, con solo decir '¡Hola!' veo como una sonrisa les ilumina la cara. Como les echaba de menos, no os os podéis imaginar cuanto. Da igual que haga una semana o solo un día desde la última vez que les he visto, siempre les echo de menos. Me acerco al sofá, le abrazo, no le quiero soltar ¡NUNCA! Quiero quedarme para siempre en su regazo, como cuando era pequeña y todos los miedos desaparecían al estar junto a ella. Al final le suelto, le miro, le beso y le vuelvo a abrazar. Me acerco a su sillón, ahí está él, sentado con su gorra y sus gafas. Le quito la gorra y le beso en la cabeza, le achucho y me quedo sentada a su lado, tocándole la mano porque quién sabe si mañana podré hacerlo. Esa es una de las razones por las que quiero estar tanto a su lado y por la que disfruto cada momento que lo hago ya que no tengo muy claro cuantas veces más voy a poder disfrutar de esas sonrisas, de esos consejos, de esa alegría. Cuando estoy con ellos no me paro a pensarlo, el mero hecho de imaginar que llegará el momento en el que tenga que vivir sin ellos hace que se me llenen los ojos de lágrimas. Le pregunto lo mismo que todos los días: '¿Qué tal jovenzuelo?' él apenas recuerda que se lo pregunto siempre pero contesta siempre lo mismo, siempre con la misma alegría pase lo que pase. Me quedo sentada en el respaldo, paciente escucho la historia que me cuenta, da igual las veces que la haya escuchado, es más a veces cuando se traba puedo ayudarle a seguir, me las sé todas de memoria. Sonrío y escucho mientras él lo vive como el primer día. Ella mientras tanto está con el móvil, no os imagináis lo orgullosa que estoy de ella, es un sentimiento tan grande, nunca se cansa de aprender y ella ha sido quien me ha enseñado desde pequeña a querer aprender un poco más sobre el mundo. Ahora es el momento de jugar a su juego favorito, el dominó. Él y yo, quizás alguien que esté por casa y decida unirse pero es su juego, solo le importa jugar. Le encanta, disfruta cada partida como si fuera un niño y tal y como están las cosas en parte es como si lo fuera. Ella, en la cocina, estará haciendo comida para un regimiento, por mucho que solo estemos los tres. Llega la hora de irse, les beso treinta veces, me despido otras tantas pero siempre antes de irme les vuelvo a abrazar. Me voy mirando atrás, preguntándome cuando les podré volver a abrazar.
    Aquí estoy yo, a 2584 kilómetros de casa, escribiendo un papel emborronado entre lágrimas. Porque aquí estoy yo tan sensible como siempre recordando lo mucho que les echo de menos y cuanto les quiero. Y que pase el tiempo que pase, aun que ya no lo sea tanto, siempre seré la niña que va corriendo a abrazarla y después jugará otra partida de dominó.

miércoles, 25 de julio de 2012

Ilusión.

    Esa sensación, ¿la recuerdas? Esa sensación de estar andando y no tocar el suelo, esa sensación que hace que te empanes con una sonrisa de oreja a oreja, esa sensación de que el mundo no importa... No os imagináis lo que echo de menos esa sensación, echo de menos las sonrisas sin motivos, los besos a destiempo, esos mensajes en los que solo ponía un 'No te imaginas lo que te echo de menos.' Yo no soy quien para definir el 'amor' al fin y al cabo no soy más que una simple cría más, así que yo quiero llamarlo ilusión. Porque cuando lo que te despierta es un mensaje poniendo un 'Buenos días, princesa' lo que sientes es ilusión, cuando le dices a alguien eso de 'Sueña con cosas bonitas' y te responde un 'Vale, nos vemos en mis sueños' lo que sientes es ilusión. Ilusión por sentirte querido, ilusión porque mañana o pasado o el siguiente sea un día especial, ilusión por poder volver a verle...
       Así que yo NO deseo que os enamoréis, que dicen por ahí que es muy complicado y que al final termina doliendo. Yo deseo que os ilusionéis como si nunca os hubieran desilusionado, que os ilusionéis todos los días de vuestra vida pero no solo con una persona especial sino con todo lo que podáis, que cada cosa que pasa sea una nueva ilusión y al terminar el día sonriáis. Sonreír por esa persona que está a vuestro lado y si no tenéis a nadie ahí sonreír al pensar que hay mucha gente como tú, esperando que una preciosa sonrisa como la tuya les vuelva a ilusionar.

Esa persona.

        Me levanto, prefiero no mirar al espejo, sinceramente, voy a ver lo mismo de todos los días. Enciendo el ordenador por rutina porque siendo realistas sé que no habrá nada nuevo. A fin de cuentas, ¿a quien coño le importa lo que me pase? Sigo perdiendo el tiempo un rato más pero me canso y me voy a a ducha. Es aquí donde empieza la paradoja, YO defensora del tópico 'El físico no importa' estoy delante del espejo mirando asqueada lo que tengo delante. '¿Quién coño va a quererte a ti?' 'Normal que estés sola' son frases que machacan mi cabeza. En este momento subo un poco más la música, al máximo intentando así callar mis pensamientos, esos que me dan tanto miedo. Tengo que reconocer que la mayoría de las veces son más cruel que las personas que me hacen llorar y la verdad que si me molesta tanto es porque sé que tienen toda la razón.
      Y no hay nada más duro en el mundo qué que la persona más importante en tu mundo no te quiera. Y no te equivoques, no estoy hablando de ese niñ@ por el que babeas, hablo de la única persona que estará SIEMPRE a tu lado, en lo bueno y en lo malo, pase lo que pase. Esa persona eres TÚ, quieras o no mañana cuando te despiertes seguirás siendo tú. Y siendo realistas yo no soy nadie para decirte eso de que te quieras, que vales un montón, bla, bla, bla... No te lo voy a decir, aún que realmente lo piense, porque ni te voy a hacer cambiar de opinión ni quiero convertirme en una hipócrita. Sólo te diré que para que la belleza sea amada, primero debe mostrar lo bella que es.

No quieras que te quieran cuando ni si quiera tú has sido capaz de quererte a ti mismo.

martes, 24 de julio de 2012

Que levante la mano.

        Estás conectado, lo sé, tengo tu conversación abierta. Como siempre. Aquí estoy un día más esperando a que me hables, sigo buscando la razón por la que empezó todo, preguntándome por qué me hiciste sentir especial si al final solo quieres que sea una más. He visto tu perfil tantas veces, ¿para qué negarlo? Me lo sé de memoria, donde vas, con quien sales... En cambio para ti soy otra muesca más en tu culata, porque ,si nos ponemos serios, el mundo no es como te lo pintan de pequeño. En la vida real, el principito perfecto no va a enamorarse de la 'no tan agraciada' niña que tiene personalidad increíble, NO. En la vida real, el 'principito' (si es que se puede llamar así al típico chulito) va a ir a buscar a una 'barbie', si esas que tienen un cuerpo genial, una carita bonita pero cuando abren la boca simplemente te hacen sentir lástima por ellas. Aún así a muchas nos gustaría estar en su lugar, al menos una vez, porque que levante la mano quien no quiera ser querido, quien no quiera ser tratado como un príncipe o una princesa de cuento de hadas, que levante la mano quien no quiera ser feliz.
        Tras esto solo puedo esperar que llegue un día en el que me despierte, me miré al espejo y pueda sonreír mientras digo: 'A pesar de todo él me quiere'.

lunes, 23 de julio de 2012

Como si te conociera.

 Hola. Si, si te estoy saludando a ti. Esa personita insegura, llena de miedos, esa que no vive por el miedo a morir, la que no siente por el miedo a llorar. Ahora que estás leyendo esto quiero decir que TÚ eres increíblemente IMPERFECTO. Y sí, has leído bien, he dicho imperfecto y ¿sabes qué? Deberías estar orgulloso, porque todos tus defectos hacen que seas único en la faz de la Tierra. Esos defectos que tanto odias, serán la razón por la que alguien te quiera a ti y no a otra persona. Pero sé que aun que estés leyendo esto, te va a dar igual, porque tú seguirás muriéndote de vergüenza cuando alguien saque un tema relacionado con tus defectos, seguirás pensando que los cumplidos son por compromiso y siempre harás más caso a las criticas que a las alabanzas.
 Sabes que te acabo de definir, parece que te conociera pero en realidad es tu falta de autoestima, esa autoestima que poco a poco te han ido quitando. Yo hoy solo te digo que no eres mejor que nadie, pero nadie es mejor que tú.

domingo, 22 de julio de 2012

Un día cualquiera...

Un día más estoy de fiesta, lo mismo de siempre, no hay nada nuevo hasta ese momento donde de repente mi mundo se detiene. Por la puerta entra él, la razón de mi sonrisa. El problema es que él nunca sabrá que lo es, siempre seremos 'buenos amigos'. Entra agitado, parece realmente nervioso, como si buscara algo. En un momento se encuentran nuestras miradas y se acerca, ahora parece tranquilo, ha dejado de buscar, ya no está inquieto, ahora simplemente sonríe. Se acerca, me abraza, me coge la mano y me hace un gesto para salir fuera. Su cara no es la misma, ahora está más serio. Estamos en la puerta de fuera y él está tan cerca... Uuf, estoy temblando, no puedo mirarle a los ojos, no puedo pero quiero. Acerca su mano a mi cara, la levanta suavemente y sonríe, me pregunta si tengo frío, niego con la cabeza y la vuelvo a agachar. Me siento tan estúpida, noto como las lágrimas empiezan a encharcar mis ojos, él se da cuenta y susurra que no me preocupe que él siempre estará. Ahora mis nervios tornan en enfado, le miro y le grito que no mienta más, que él no siempre estará, que siempre habrá otra a la que querrá más, que no se da cuenta que para mi no es suficiente ser una amiga más. Ni yo misma me creo que esté diciendo esto, paro, asustada y me intento marchar. Pero él me detiene, me paro, llorando y vuelvo a temblar. Espero impaciente y al final termino por mirar, en sus ojos no muestran enfado ni siquiera rechazo, muestran tristeza. Le miro sorprendida y simplemente mis labios pronuncian un tímido: 'Lo siento, te quiero demasiado como para seguir mintiendo.' Sin más desaparece la tristeza, vuelves a sonreír y rompes el silencio con un simple 'Más lo siento yo'. No entiendo nada pero sus labios se acercan a mis labios me besa, tan tierno, tan dulce, que me hace volar. ¿Qué pasa? Se para, me mira y empieza a hablar: 'Más siento yo haber sido cobarde y no haberte dicho que tú nunca has sido una más, eres esa con la que sueño despertar, la que esté a mi lado hasta el final.'

                    Son las siete y media, suena el despertador. Abro los ojos. Otro sueño más que nunca se cumplirá y del que me ha tocado despertar.

Soledad.

Un día te levantas y te planteas: ¿qué es la soledad? Mucha gente piensa que la soledad es estar solo pero, en mi opinión, esa gente se equivoca. Puedes estar solo y que esto te sirva para pensar, para encontrarte a ti mismo o simplemente para darte cuenta de las cosas que con el ruido de la muchedumbre nunca oirás, esto es ni más ni menos algo que todos necesitamos en algún momento. Pero ¿qué pasa cuando te sientes solo? Esto lo puedes sentir incluso estando rodeado de gente y siendo realistas es lo más triste que te puede pasar, estar rodeado de gente y aún así sentirse solo porque toda esa gente de tu alrededor son simples figurantes en la película de tu vida y echas de menos a ese personaje que hacía que tu historia cobrara sentido, ese que te hacía reír cuando llorabas, quien te levantó cuando caíste, quien luchó hasta el final por ti.

domingo, 15 de julio de 2012

Es tu momento.

Ahora sientes miedo porque de repente ese momento, ese que llevas tanto tiempo esperando, ha llegado. Llevas años anhelando sentirte libre, olvidar todas esas ataduras que llevan consigo la niñez porque desde hace tiempo sientes que ya no eres una simple niña, que toca volar. Pero ahora llegado el momento empiezas a alzar el vuelo y te das cuenta que todo eso que cada vez ves más pequeño es todo lo que conoces y que al fin y al cabo es tu vida. Es todo lo que has conocido hasta este momento, es todo lo que quieres, son todos tus recuerdos... Y cuando giras la cabeza eres consciente de que existen muchas más razones por las que reír que las que tenías para llorar, te replanteas si realmente ese vuelo es el correcto si tu vida fuera del nido realmente va a funcionar y cuando llegas a la conclusión de que tu vida puede funcionar estés donde estés es cuando realmente aprecias que a pesar de todo, eso a lo que llamamos "hogar" siempre será ese lugar lejano donde mamá te espera con un 'buenas noches, pequeña'.

Inocencia.


Inocencia, bendita inocencia


de aquel que no entiende los dobles sentido,
de aquel que no ha sido obligado a decir que no
porque aun no se lo han ofrecido,
de aquel que lo arregla todo con un “no vale, ¿repetimos?”,
de aquel que puede para el mundo con un “crucis”,
de aquel cuya mayor desilusión era un cromo repetido,
de aquel que podía llorar sin motivo,
de aquel cuya mayor  preocupación es el sabor del potito,
de aquel que aún no sabe lo que ha perdido,
de aquel cuyo mayor logro es recordar que ha comido,
de aquel que no ha necesitado un arma para haber sobrevivido,
de aquel que hoy ha sonreído,


Inocencia, bendita inocencia

de aquel que aún no ha sufrido
o de aquel que no recuerda todo lo que ha vivido.